Hola!
Ha pasado mucho, muchísimo, desde la última vez que publiqué y he de reconocer que echaba de menos esto de escribir. En todo este tiempo he pasado más de un mes en mi querida España y en mi querida Castilla donde he tenido la oportunidad de volver a ver a casi todos mis lectores, que ya tenía ganas y de ponerme hasta el culo de viandas ibéricas. Prometí que escribiría antes pero no ha podido ser porque mi querido coordinador de máster cometió un error al principio de curso y nos dijo que teníamos clase la primera semana de Hillary, cosa que no era cierto, por lo que cambié mi billete para quedarme en Madrid una semana más. Al final volé a Dublín el 18 de enero de este nuevo año y ya desde el aire me sorprendió lo desapacible del tiempo y más aún cuando llegué a la calle y me vi envuelto en una terrible ventisca con nevada incluida que afortunadamente no duró mucho ya que no me apetecía demasiado cargar con dos trolleys por un Dublín nevado. Según llegué me fui directamente a reunir con mi supervisor de los muérdagos para que me expusiera sus correcciones. Aunque a veces es un poco confuso en lo que quiere, en general fue bastante útil la verdad. Aún sigo a vueltas con el dichoso trabajito que tengo ya unas ganas de quitármelo de en medio de una vez por todas... En fin, aquel día anduve viendo a mis compañeros de piso que me comentaron las novedades acontecidas (porque yo fui el último en llegar después del parón navideño, claro) y en definitiva fue un día de poca algarabía que yo andaba muy cansado. Un poco de charla después de cenar y al sobre. El día siguiente anduve haciendo la colada, haciendo la compra... y ese tipo de cosas que hace falta hacer cuando llevar un mes fuera de casa y por la tarde me esperaba un gran recibimiento como fue el concierto de los Two door cinema club en el O2 arena. Fui solo como casi siempre últimamente, pero esta vez porque no encontré a un amigo que fue antes que yo a la sala. Fue una situación muy graciosa porque mi colega tiene un parecido extraordinario con Wally y estaba buscándolo entre una multitud.
Me apetecía mucho ver a este grupo irlandés y me sonaron bastante bien. Un concierto bastante bien cuadrado para solo tener dos álbumes. Y fue bastante especial porque reconocieron que es el concierto con más público de su vida como grupo.
Al salir del concierto me fui directamente a la sala Dandelion donde me esperaban las au pairs (bueno, solo una compatriota en realidad) para pasar su última noche en Dublín. Al principio los hijos de puta de los puertas me hicieron el lío y me tiraron así que tuvieron que salir a buscarme. El bar estaba guay. En el piso de arriba tiene un pub al uso pero que en decoración es bastante poco irlandés, y luego más tarde nos pasamos al piso de abajo que es un discotecón. Ellas tenían un pase porque llevaban allí toda la tarde pero yo no. Así que A. LL. se las ingenió para hacer la 3,14 al memo del puerta que me acabó metiendo gratis (qué habilidad, impresionante...). Me lo pasé muy bien esta noche con ellas la verdad, y lamentablemente será la última con ellas por lo menos en mucho tiempo...
Los TDCC en el O2 |
El domingo un coñazo. Muérdagos, pelis, más muérdagos y no salir de casa en definitiva. Imaginaos lo que me aburrí que mi compañera de piso me lió para ver Amèlie (la película más coñazo de la historia) y acepté. Pero el lunes sí que fue interesante porque se pegó toda la noche nevando y me desperté con una preciosa estampa invernal. El centro de Dublín no quedó cuajado por la nieve pero sí lo hizo Rathmines aunque no por mucho tiempo claro, porque con la frecuencia con la que caen lluvias torrenciales en este país es complicado que la nieve aguante. Ese mismo lunes empecé un coñazo de semana de estadística que culminó que no conllevó mucho trabajo y que culminó con un examen virtual el jueves que nos dejó a todos con el culo torcido. Yo hice el examen bastante seguro de sacar un 6/7 y me quedé con cara de tonto al ver mi 3/7 pero nos pasó a casi todos lo mismo así que mal de muchos...
Nieve sobre el jardín botánico del TCD en Palmerston Park (Rathmines) |
El viernes compré mi vuelo a Johannesburgo que salió bastante económico (400 euros más barato de lo que les costó a los del año pasado) y por la tarde me fui con unos amigos un rato al PorterHouse donde probé otra cerveza artesana que en este pub son fabulosas. Me fui a la resi prontito que había comida gratis en casa de una amiga y después de jugar al Ring of Fire nos fuimos al Copan, que es el discotecón de nuestro barrio, que está guay. Una noche entretenida pero sin mucho que destacar.
Al día siguiente me fui a comer donde siempre con las au pairs para despedirme definitivamente de ellas. Anduvimos horas paseando por Dublín, vimos la biblioteca antigua del TCD (segunda vez que la veía esa semana) que se iban a ir sin verla y siendo gratis... pues hay que ir. Y llegó el momento de que se fueran, que ciertamente me da muchísima pena porque son la polla y las he cogido mucho cariño muy rápido... pero bueno, seguro que nos vemos en el futuro. Así que me quedo sin nacionales en Dublín a excepción de la lectora más fiel de este blog, claro. Cuando las dejé me fui a tomar una pinta a the pav con un amigo del máster que andaba por el centro currando en sus Desk studies. Cuando mis compañeros de concierto llegaron nos fuimos directos a The Academy a ver el conciertazo que nos brindaron The Joy Formidable. Fue espectacular, de verdad. Como es una sala muy chiquitita pues todo suena mejor, la gente se implica más, ellos se implican más (y están como una cabra) y todo es en general mejor. Tocaron casi en su totalidad sus dos álbumes (aunque faltó "Heavy abacus", una de mis favoritas) con una energía y con unas ganas que hacía tiempo que no veía. Acabaron con una versión larga (como de diez minutos) de su mejor tema, "Whirring", y al final lanzaron hasta cuatro veces las guitarras al público. El pipa se la devolvía a la cantante, y ella otra vez se la lanzaba al público. En fin, los tres salimos más felices que una perdiz de allí y nos fuimos a tomar una pinta, una artesana también, Brain blasta de 7% en e PorterHouse y nos fuimos a casa bajo una torrencial lluvia para cerrar una estupenda semana de vuelta a la isla esmeralda.
Nada más por hoy. Sed felices y hasta la semana que viene.
PAZ, AMOR y COMPRENSIÓN