30 de diciembre de 2012

Michaelmas XII

Hola,
Siento mucho el retraso pero es que las semanas siguientes a las que narra esta entrada han sido finas. Me va a ser complicado escribir esta entrada porque soy retroid y no me he traido la agenda y ya estoy en casa.
A ver, esta semana estuve muy liberado de clases porque solo tuve dos clases el lunes y el viernes. Por lo que los otros días me dediqué a leer muérdagos y currar con el trabajo del sol. Y como ha sido la última semana pues tocaba asistir a cenas, fiestas de navidad... y si hubiera tenido dinero, hasta de comprar regalos.
El jueves tuve en Murphy's el pub de al lado de casa una pequeña reunión de amigos para celebrar nuestro hipotético amor por los jerseys navideños feos. Es día me había pegado trece horas de estudio para acabar el trabajo del sol así que llegué medio anestesiado al pub y no hubo tampoco mucha algaravía. [Marta y Ana, éste es el párrafo que os teneis que saltar] Esa noche probé una de las Irish Red más célebres, Kilkenny, que la verdad es que no es muy allá. Se puede beber, como todo, pero no cuesta lo que se paga por ella.
El viernes puede que fuera la mejor noche desde que llegué a Dublín. Por la mañana tuvimos una clasecilla, entregamos nuestros trabajos y por fin nos dieron las notas de los dos primeros módulos, y solo diré que estoy muy satisfecho con ellas y esa noche había que celebrarlo. Esa noche, y esa tarde porque a las 15:00 pisé el primer pub, que como siempre fué The Pav. Anduvimos tomando unos refrigerios y jugando a juegos de estos de beber como Ozzy Osbourne y tal. Decidimos que esa noche iba a salir cara y que mejor nos íbamos a por cervezas a un offie (off-licence, el equivalente a un chino proveedor de alcohol en España) y nos las llevábamos al centro, donde seguimos con el mismo plan hasta las 20:00 o así, que me fuí a cenar con las au pairs y luego me las llevé directamente a Doyle's, donde estuve hasta las 23:30, cuando me fuí a Messrs Maguires y donde conseguí concentrar a mis tres grupos de amigos: máster, residencia y au pairs. Estuvo muy bien porque pude despedirme de todos ellos a la vez pasándomelo muy bien. Aquella noche me tuve que acabar llevando a dormir a casa a mi amigo Cormac porque perdió el último autobús...y es que fué una noche un poco alocada en la que al final estuve 14 horas por ahí.
Al día siguiente estuve trabajando algo más y preparando todo para volver a casa. Pero antes de irme me faltaba por vivir una gran despedida, que fué el concierto de Mumford & Sons, que ha sido el mejor concierto que he visto en años. Yo iba con la idea de que los grupos de folk en recintos tan grandes debían de sonar un poco huecos, pero nada más lejos de la realidad, y no solo porque ell O2 de Dublíin es un recinto muy bueno y con una acústica envidiable, yo calculó que albergará entre 10.000 y 15.000 personas en una forma de U que permite muy buena visibilidad y acústica, sino porque plagan el escenario de músicos y suenan con mucha consistencia. No llegué demasiado pronto y por eso solo pude escuchar el último trozo del concierto de los teloneros The Dawes, que sonaron muy bien a mi juicio.Y luego también tenía un cómico llamado el Dragón Mágico que también soltaba sus asuntos entre actuaciones.
El grupo principal bajó el telón literalmente con puntualidad y desde el primer momento llenaron de músicos el escenario y desplegaron mucha energía. Es impresionante ver tocar a Ted Dwane el contrabajo como si fuera una guitarra eléctrica. Fueron muy comunicativos con el público y cambiaron de instrumentos constantemente, rotando todos los intrumentos entre los cuatro. Tocaron durante casi dos horas y en todo momento su comunión con el público fue brutal. Constantes halagos a la república y tres o cuatro banderas nacionales ondeando en el escenario, lo cual es sin duda un gran detalle viniendo de un grupo inglés. Y el decoro no fué solo con el público sino también con sus teloneros y su cómico que subieron a tocar varias canciones y saludaron todos al final del espectáculo como uno más.
Adjunto el tracklist:
-Babel
-I will wait
-Winter winds
-Bellow my feet
-White blank page
-Hopeless wanderer
-Timshel
-Little lion man
-Lover of the light (con Marcus Mumford a la batería)
-Thistle & Weeds
-I gave you all
-Holland road
-Ghosts that we knew
-Awake my soul (tocada con teloneros y el Dragón mágico)
-Roll away your stone
-Whispers in the dark
-Dust bowl dance

Bis:
-Lover's eyes
-The Cave
-With a little help from my friends (cover de The Beatles aunque está canción se repopularizó gracias a Joe Cocker y Aquellos maravillosos años).







El concierto fue tan bueno que los mejores momentos tienen que ser porfuerza muy subjetivos pero para mí fueron Hopeless wanderer, Little lion man, Roll away your stone, The Cave y la de cierre, que tocaron todos juntos incluído el cómico. Y nada, me compré mi camisetita de rigor y a dormir, que el día siguiente era fino y por fin en España donde voy a estar casi un mes.
En fin, Leinster se va de vacaciones oficialmente (aunque me reservo el derecho de publicar algún especial navideño) que ya hacía falta. Muchas gracias a mis lectores fieles y menos habituales, de verdad. Es un esfuerzo escribir el blog cada semana, y aunque lo haga con muchísimo gusto conlleva mucho tiempo, y a veces mucha lectura y trabajo y es un gustazo saber que hay gente que le dedica un ratito para leerselo cada semana. Me hace pensar que de verdad se me echa de menos. Intentaré publicar puntualmente el 21 de enero de ya 2013. Gracias de nuevo, sed felices y Nollaig Shona Dhuit!

PAZ, AMOR y COMPRENSIÓN.

16 de diciembre de 2012

Michaelmas XI: The Arruchan Alps & Glasgow

Hola,
Una semana muy completa e interesante pero me he pasado la mayor parte de ella en la biblioteca. Por un lado con los muérdagos, que siguen siendo muy interesantes (no va con ironía) y por otro con el papel del sol en el cambio climático que nunca fue interesante (ninguna ironía tampoco). Pero entre rato y rato en la biblioteca aún me ha dado tiempo de hacer alguna cosa. El lunes tuve una presentación sobre los sumideros de carbono glaciares (un coñazo de padre y muy señor mío) que creo que nos quedó bastante apañada, pero ya veremos las notas en cuatro o cinco meses, cuando no nos acordemos de como lo hicimos.
El lunes también fui con la gente del máster al encendido del árbol de navidad del TCD. Nos dieron unas tartaletas y una especie de sangría caliente que quieras que no, como son gratis se agradecieron sobre todo porque hacía un frío que mataba putas y más aún sentados sobre losetas de hormigón... media hora de retraso para encender el árbol, pero estuvo bonito aún así. Yo les pregunté a mis amigos irlandeses si es que aquí lo hacen todo tarde para llevar la contraria a sus archienemigos los ingleses, y me dijeron que no, que es una cosa inherente suya pero que cuando los ingleses estaban aquí rabiaban con la impuntualidad local.

No salí en toda la semana cosa que agradeció mucho mi economía. En lo que sí que gasté fue en comprarme entradas para The Joy Formidable, grupo que si no conocéis os recomiendo desde ya.



Y el viernes me fui a Glasgow a visitar a Nacho. Igual no debería de relatar mi visita en este blog porque se supone que se centra en mis experiencias en Irlanda y no en otros lugares, pero he llegado a la conclusión de que el blog también es para que yo suelte todas mis movidas y para alimentar un poco mi ego.
Para quien no haya ido nunca para mí Glasgow es como Bilbao pero con más solera. Es una ciudad relativamente moderna, o que por lo menos ha tenido su esplendor hace menos de dos cientos años, y en ambos casos este esplendor fue económico pero no urbanístico porque eran ciudades oscuras teñidas por el humos de las chimeneas que las hacían feas y poco apetecibles. Estas ciudades con el paso del tiempo se enriquecieron gracias a su pujanza económica y se renovaron totalmente dando una imagen más moderna, centrando sus estrategias turísticas en el arte, la arquitectura más moderna y sobre todo en grandes áreas comerciales. De todos modos, Glasgow es una ciudad que desde hace mucho es la segunda del imperio (por seguir llamándolo así) británico y en Bilbao pues no hay para tanto... (no offense a los posibles bilbaínos). De hecho Glasgow es el icono de la industrialización, en parte porque aquí nació y se crió James Watt, el inventor de la máquina de vapor.
En Glasgow el ensanche ocupa todo el centro urbano y se organiza en cuadrícula. Los edificios del centro son relativamente moderno de color crema. El máximo exponente de esta arquitectura característica es Charles Rennie Mackintosh que tiene en esta ciudad parte importante de su obra.

Así que el viernes volé a Prestwick, un aeropuerto internacional de juguete y me reuní con Nacho en el centro de Glasgow. Rápidamente me llevo a "The Pot  Still" (algo así como "El alambique" en castellano) donde nos tomamos tres Whiskys, de tres variedades diferentes:
-:Whisley llano
-: Smooth whiskey
-: Peaty/smokyWhisky
(más detalles de estas movidas en un futuro en este blog y actualmente en el blog de Nacho, padre de éste:
Loch Long
No nos entretuvimos demasiado ese día porque a la mañana siguiente nos fuimos a Arrochar a intentar subir el The Cobbler. La subida estuvo caracterizada por una cantidad de hielo en el suelo impresionante, pero vencimos parcialmente los elementos y conseguimos subir bastante arriba (salvamos unos 600 metros de desnivel) hasta el collado. La falta de crampones y la posibilidad de perder el bus de vuelta a Glasgow nos impidieron subir más arriba.
De bajada disfrutamos de unos paisajes impresionantes del Loch Long, de agua salada y de todas las cumbres nevadas. Y también disfrutamos de un repertorio de caídas en el hielo. Una de ellas no fue tan graciosa porque me metí un buen meco en la barbilla y en el pecho que me cortó la respiración casi veinte segundos, pero salvo entonces bajamos con mucha soltura.


Loch Long y Arrochar





Collado de The Cobbler






De vuelta en Arruchan probamos la Caledonian Best, una de las ales locales, muy rica y nos volvimos para Glasgow disfrutando de las impresionantes vistas del Loch Lomond que ofrecía la ruta en autocar. El Loch Lomond es la mayor superficie de agua de Escocia y comunica al norte con el río Ness y su respectivo y famoso lago, el Loch Ness, cortando Escocia en dos y causando un impacto ambiental brutal, pero es que el canal caledoniano es muy antiguo y cuando se construyó importaba poco el impacto ambiental.
Luego nos compramos un Haggis, el plato nacional de Escocia, una tripa de cordero básicamente, que está delicioso, y tras reponer fuerzas y que se me rompiera la cámara (otra vez...) nos fuimos al Sec C a ver el directo de The Black Keys. Es un pabellón medianito con una acústica bastante aceptable que alojó aquella noche a unos 900 hipsters para ver a los de Akron (OH).  Empezaron con puntualidad británica a las 21:15 y se fueron con puntualidad británica tan solo una hora y media después (un concierto tirando a corto por 27,5 libras) pero que en cualquier caso aprovecharon muy bien. Os adjunto el tracklist:
-Howling for you
-Next Girl
-Same old thing
-Just Got to Be
-Dead and gone
-Gold on the ceiling
-Desconocida por mí I
-Desconocida por mi II
-Desconocida por mí III
-Little Black Submarine (adjunto video más abajo de una actuación de esta misma gira)
-Money maker
-Strange times
-Sinister kid
-Nova baby
-Ten cent pistol (cortada a la mitad para hacer el efecto de un bis)
-She's long gone
-Tighten up
-Lonely boy

Bis:
-Everlasting light
-I got mine

El directo de este grupo es muy bueno pero claro, en un grupo en el que solo hay dos componentes, uno canta y toca la guitarra y otro toca la batería hacen falta músicos de apoyo para que la cosa suene consistente. Siempre había dos guitarras de apoyo al fondo del escenario, escondidos tras los focos, que solo se fueron cuando anunciaron que iban a tocar un par de canciones (tres desconocidas para mí) solos. Lo sorprendente es que la canción mas exigente de todo el concierto fue precisamente la segunda de las dos que tocaron solos y desde luego se supieron desenvolver perfectamente solos.

Dan Auerbach es un tipo sosuno pero estuvo comunicativo con el público y disfrutó de su concierto. No es un líder estridente pero hace su trabajo con suficiencia y profesionalidad. El que si que es soso es Patrick Carney que se engancha a la batería y la toca como quien estuviera dándole un masaje a su abuela. No se mueve y rara vez mira al público, pero el cabrón toca bien.
Con sus cuerpo desgarbado y sus gafas de pasta me recuerda mucho a cierto lector que de hecho fue precisamente el que me hizo descubrir a este grupo.

Los mejores momentos del concierto fueron la segunda desconocida que era básicamente instrumental, con riffs progresivos, "Little black submarine" que cortan a la mitad para que Dan Auerbach cambiara de guitarra para ejecutar el brutal cambio de ritmo de este tema, que empieza como una balada y se transforma en un auténtico trallazo, y finalmente la de cierre, "I got mine" que alargaron hasta la extenuación y absolutamente clavaron.



El track list  en mi opinión es bastante acertado. Resume, promociona y entretiene, pero desde luego se queda corto para haber pagado 27,5 libras. "Hell of a seasons", "All you ever wanted", "She's long gone" o "I'm not the one" habrían redondeado la noche. Luego un poco de fiesta Erasmus y a la camita.

Every body knows that a broken heart is blind

Al día siguiente nos fuimos con los franceses amigos de Nacho al mercadillo de "The Barrats" donde me compré una enseña republicana por solo tres euros y encontramos Kilts muy baratos. Este barrio resulta además ser el barrio irlandés. Cabe destacar que Glasgow es y fue una ciudad muy pujante industrialmente que acogió y empleó a muchos inmigrantes irlandeses. Los barrios irlandeses de Escocia son siempre los más pobretones aunque son relativamente grandes. La diaspora irlandesa de Escocia tuvo como resultado deportivo la fundación de algunos de los clubs de fútbol más antiguos del mundo, como son el Celtic de Glasgow o el Hibernian de Edimburgo (The Hibs), que son equipos de hinchada tradicionalmente católica. Ambos equipos rivalizan con los desaparecidos Glasgow Rangers y Hearts (de Edimburgo) tradicionalmente protestantes, dando lugar a unas de las rivalidades más clásicas del fútbol.
En este barrio todos los pubs eran irlandeses, sirven cervezas irlandeses y se decoran con las banderas republicana y de las cuatro provincias. Incluso había una tienda muy muy curiosa. Una tienda cuyo lema era "Por la defensa de una Irlanda unida desde Escocia", es decir, una tienda de apoyo al IRA y a su causa. Vendían todo tipo de merchandising político, bufandas verdes con la cara de Bobby Sands, libros de la lucha de Tyrone... muy impresionante y absolutamente impensable en Dublín. Igual si buscas mucho en algún suburbio del norte o incluso en West Belfast o Free Derry las hay, pero desde luego yo nunca había visto una tienda semejante (os emplazo a leeros el especial de WB de hace unas semanas si aún no lo habéis hecho y os habéis perdido un poco en este último párrafo).

Ese día también fuimos a Fopp, uno de mis mayores perdederos. Es una tienda de desembalaje de discos que resulta muy muy barata. Completé la discografía de Biffy Clyro con "Infinity land", "The Vertigo of Bliss" y "Blackened sky", me llevé "We were dead before the ship even sank" de Modest Mouse y por fin me compré la sexta temporada de The Office.






Luego nos fuimos a Ingram Wynd donde comimos fabulosamente bien. De primero ambos nos tomamos una más que correcta sopa de lentejas picante y de segundo nacho se tomó un hígado de cordero y yo un risotto de Haggis riquísimo. Que regamos Nacho con una San Mungo y yo con una Blue Moon. Y compartimos un postre espectacular: un pudding sobre butterscotch y helado de vainilla que es de los mejores postres que he comido en mi vida. Y teniendo en cuenta lo de buen comer que soy es decir mucho, muchísimo.
Poco más, nos paseamos un poco más por el centro de Glasgow viendo a sus gentes deambular con su endiablado acento y me fui para casa, Un vuelo corto y a Dublin, que el lunes había clase.
Nada más esta semana. Solo me queda una semana por aquí que va a ser muy ajetreada. Por un lado con pocas clases pero mucho curro y por otro lado con muchas despedidas, el concierto de Mumford & Sons y alguna cosa más.
PAZ, AMOR Y COMPRENSIÓN.
(todavía no me explico como nadie me ha preguntado porqué firmo así...)

7 de diciembre de 2012

Michaelmas X

Hola pobres mortales,
Antes de nada lamentar el retraso de esta semana. La razón es que el sábado se me rompió la cámara y he tenido que hacer algunas gestiones para conseguir fotos del domingo para ilustrar la entrada.
Esta semana he empezado un modulo de cambio ambiental global, pero no está especialmente centrado en el cambio global sino en cambios globales, el sistema Gaia, presiones evolutivas que impone el ambiente... cosas de éstas. Es interesante pero a ratos un poco royo. Por lo menos es distinto y nuevo. De momento ya he hecho dos presentaciones y ya me mandarán un trabajo de tema desconocido. La primera presentación era sobre el modelo de las margaritas (DaisyWorld), un modelo de un planeta con margaritas blancas y negras que regulan el albedo según su abundancia... y la segunda la he hecho el lunes de esta semana entrante, pero me pasé la semana pasada trabajando en ella, y era sobre el carbono que desaparece de la atmósfera durante las glaciaciones (ambos temas que seguramente los lectores encontrarán muy interesantes). En fin, a nivel social hice poco porque me he tirado varios días en la biblioteca leyendo artículos sobre muérdagos pero el viernes salí, y me lo pasé muy bien. Después de acabar mi presentación sobre carbono me bajé a O'Neills con las mujeres del máster y allí me tomé una O'Hara, una marca de la que ya he hablado, pero que en este caso era una Stout y no una Irish red (Pale ale) (empieza a hacer falta que haga de una vez un especial de alcohol y aclare todos estos términos...), deliciosa también porque es artesana y sabe muy distinta a la Guiness. Recuerda a la soberbia Murphy's pero también tiene su sabor característico. Luego nos juntamos con la gente de política internacional en Doyle's y algunos de la residencia que aparecieron por allí y estuve hablando mucho rato en castellano con un italo-mejicano y un yankee que hablaba la lengua de Cervantes sorprendentemente bien. Luego me tuve que ir por compromiso a ver a otra gente a un pub dejado de la mano de Dios donde me tomé una Irish Red artesana cuyo nombre no recuerdo pero que si no recuerdo el nombre no merecía mucho la pena. Luego fuí al Porter House, un pub fabuloso del que ya he hablado y la cosa siguió parecida. No pasó nada en especial pero estuve muy entretenido.
Me fuí pronto a casa porque a la mañana siguiente había que ir a Dingle. Salimos a las 7:40, con cuarenta minutos de retraso porque una oportuna compañera de viaje se quedó dormida pero aún así llegamos a Dingle antes del medio día. Llegmos a Kerry y atravesamos Tralee, el primer lugar al que vine a Irlanda hace ya ocho años. Fue un recuerdo curioso pasar también por Blenerville y su molino. De este pueblo salieron muchísimos irlandeses hacia América tras la gran hambruna, un episodio muy triste de la historia del país. Antes de la gran hambruna, que la causo básicamente a la escasez de patatas, la población de la isla era de 10 millones de habitantes y ahora sumando las dos Irlandas tan solo es de seis (publicaré un especial sobre este tema en el futuro).
Entramos en la península de Dingle y recorrimos el norte de la península. Estuvimos viendo las bahías y las playas de por allí. Vi una de las playas más bonitas que he visto nunca, The Strand y luego fuimos a los acantilados de Brandon.











Dingle es una península de origen glacial cuyo paisaje y orografía la hacen un lugar tan especial y según dicen tan romántico. Sus nieblas, el frío, lo desangelado del lugar lo hacen un sitio muy épico. De hecho también épico geográficamente porque es el punto más occidental de toda Europa.
Para acceder a Dingle town hay que atravesar un macizo montañoso que se conoce como el Connor Pass, muy espectacular con niebla. Pasando por aquí se me rompió la cámara y me fastidió mi repertorio fotográfico todo el fin de semana...


Al día siguiente la niebla nos disuadió de ver el sur de Dingle, la parte verdaderamente espectacular. Tampoco pudimos ver el Pub del Polo Sur de Anascau, montado por uno de los tripulantes del Endurance cuando se jubiló. Así que tengo que volver en el futuro para conocer bien el sur de Dingle pero lo haré cuando mejore el tiempo y las nieblas sean menos habituales.
Decidimos ir a Killarney en lugar de a Dingle, y fue una sabia decisión. Fuimos a ver Muckross House y los lagos del parque nacional. Vimos la cascada de Torc y Ladie View, un mirador que eligieron las damas locales para mostrar a la reina Victoria durante una visita a la zona. Es un paisaje absolutamente espectacular.


También tengo que ver el Ring of Kerry bien visto en el futuro porque me han quedado muchas cosas por ver. Volvimos a Dublín pasando por Cashel para ver la roca de Cashel, un celebre castillo que preside esta ciudad.

Y así acabó la semana, muy entretenida pero en el que me he quedado con muchas ganas de ver más de Kerry, mi condado favorito y por el que siento más apego, pero el año es largo y ciertamente habrá oportunidades en el futuro.
Nada, la semana que viene más, con mi visita a Glasgow incluida. Solo dos entradas más antes del parón navideño, aprovechadlas.
A seguir bien.