30 de octubre de 2012

MIchaelmas V

Saludos,
Iglesia de los marineros en Dun Logaire
Hacía tiempo que no tenía una semana tan completa como esta última. A nivel académico ha sido suave, con  la cantidad habitual de clases y relativamente fáciles. Lo más destacable es que en una de ellas la profesora hizo un concursillo de sistemática de mamíferos y mi grupo y yo ganamos unas grajeas y que me he pasado la semana peleándome con la mierda de las babosas. No descarto en absoluto echarme a los parques con un salero una vez acabe... También visitamos tres museos: geológico del TCD, zoológico del TCD (aquí, por una vez, gana el de la UCM de largo) y el Beggars bush, que es un almacén de material zoológico en el que tienen un lobo marsupial y una habitación con decenas de Megaloceros.
Torre de James Joyce en Sandycove
A nivel de excursiones he hecho dos. La primera la hice con mi encantadora prima al costero pueblo de Dun Logaire. Es un pueblecico pijo que está a solo unos 15 km de Dublín bajando hacia el sur por el canal de San Jorge. Tiene vistas muy agradables de la ciudad de Howth que está justo en frente y un puerto agradable con sus parados y sus jubilados pescando. Además encontré una tienda en la que venden callos, por lo que no es en absoluto inplanteable que me vaya para allá a comprarme unas tripas y me haga unos callos con garbanzos alguna vez.




La otra excursión que hice fue a la ciudad de Cork en parte porque este fin de semana se celebraba el festival de Jazz y había mucho ambientico. Es un fin de semana raro porque es el llamado puente de octubre, en el cual es fiesta el lunes pero nadie sabe porqué y la empresas alcohólicas montan jolgorios a todo lo largo y ancho de la república. No solo el festival Guiness de Jazz de Cork, sino también el festival de humor de Bulmers (la marca de sidra por excelencia) de Galway....


Cork es una ciudad muy agradable que se enorgullece de ser la segunda ciudad en población de Irlanda y de ser la capital de la provincia de Munster y del condado más grande de toda Irlanda. A modo de broma la gente de Cork dice ser la más diferente de toda Irlanda y bromean con su independencia. El segundo periódico de Irlanda se edita aqui y mis dos marcas de bebidas alcohólicas del mundo son originarias de la ciudad. Por un lado, Paddy, un whiskey que por su calidad precio me parece excelente y que es la marca de whiskey irlandés más tirada después de la también maravillosa Jameson.
Y por otro lado, Murphy's, la segunda marca de stout de Irlanda (después de Guiness y antes que Beamish) que es excelente (para los profanos, una stout es una cerveza tostada (negra) originaria de las Islas Británicas), pero Murphy's es muy conocida en el extranjero como la cerveza roja irlandesa. Esto se debe a que en los 1980s Heineken compró la marca y decidió comercializar solo internacionalmente cerveza roja irlandesa. De hecho, en la etiqueta reza que es un producto holandés aunque también pone que es la cerveza roja irlandesa. Sea de donde sea está riquísima y lamentablemente es imposible encontrarla en esta isla... pero la Stout que es la que se toma aquí es también excelente aunque también es complicado encontrarla en Dublín, mientras que en Cork y los condados sureños se encuentra en cada pub.

Cork se enorgullece de ser la capital gastronómica irlandesa, que no es decir mucho pero aquí se supone se degustan buenos mariscos y hay mucha infuencia del contienente a nivel gastronómico. La máxima expresión de ésto es el mercado inglés, un mercado inglés sito en el centro de la ciudad en el cual se pueden comprar y comer todo tipo de productos. Además, Cork es conocida por ser la ciudad de más influencia inglesa y particularmente londinense de toda la república cosa que creo se relaciona con la existencia de este mercado.

En Cork también visité un nuevo museo ridículo, en este caso el museo de la mantequilla. Es un museo muy vacío de contenido ya que básicamente consiste en la proyección de un DVD de veinte minutos sobre la marca de mantequilla Kerrygold (diez de los cuales me quedé frito) y una colección de artesas, liras, lecheras y unos paneles sobre lo ligado de la historia irlandesa a la mantequilla. Un tostón pero un nuevo hito en esta cruzada mía por solo tres euros. Más que satisfactorio.

También nos acercamos a visitar el cercano castillo de Blarney donde hay una piedra muy famosa que si besas (y consigues no morir en el intento porque es necesario suspenderse a veinte metros de altura) te es otrogado el don de la elocuencia aduladora (ser un lameculos en llano castellano). El castillo es bonito y tiene unos jardines muy agradables.



En cuanto a mis excursiones por Dublín han sido unas cuantas, y es que ha sido una semana en la que he pateado mucho la ciudad. Fundamentalmente la zona este del canal que es la más tranquila y señorial de Dublín y en la cual mis compañeros de máster aseguran las casas rara vez bajan del millón... La semana que viene si tengo algo de tiempo intentaré explorar una de las zonas más desconocidas para mí de la ciudad: la zona oeste del canal, desde Portobello hasta Heuston, Guiness... la catedral de San Patricio (que es una vergüenza que tras casi dos meses aquí no la he visto ni desde fuera).
Otro hecho destacable de la semana ha sido el frío helador. El viernes las temperaturas decidieron bajar 10K sin previo aviso y dejarnos a 1-2ºC, lo cual ha sido la tónica de toda la semana en toda Europa. De hecho que yo sepa ya ha nevado en Escocia y en el norte de Centro Europa.
Lo peor de la semana es que se me ha ido Sara que no se imagina cuanto la voy a echar de menos por aquí. El domingo nos vimos por última vez y anduvimos viendo un poco el ambiente de Haloween de por aquí, que es como si fuera carnaval porque como no se disfrazan en otra época del año pues van de los que les da la gana.
Nada señores/as, la semana que viene más. Acabaré con las babosas, volveré a Belfast, segunda sesión de subamarinismo, la gala de Haloween del TCD (y mi posible disfraz)... y alguna que otra cosa más.
Peace Out!

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